Una de las equivocaciones que siempre ha tenido el ser humano, es el maltrato a cualquier
ser viviente que existe y convive con él.
En esos momentos de confusión, el orgullo, la vanidad, y el egoísmo, salén a relucir, y creer
que con ellos se puede sentir uno mejor, es un error.
No se destruye, lo que realmente te ama, y te quiere.
No se debe utilizar la fuerza para cambiar una situación, la cuál
uno haya podido provocar .
En nuestra magia diaria podemos causar dolor y tristeza o regalar sonrisas y amor.
Depende de cada uno si quiere utilizar la fuerza bruta y humana, para herir a los demás.
O cambiar todo ello por un gran abrazo de ternura y amor.
(Estella)