El viento escribió en su brisa, que el amor solo surge cuando el corazón se aleja del dolor.
En miradas tiernas como estrellas brillan en el cielo del anochecer,
sentí tu caricia sutil como si la luz del ocaso me envolviera en un abrazo.
Escueto el viento, rozo mi mejilla y en un suave roce, sentí como una palabra escrita pero no pronunciada me llamaba.
¿Quien escribía mi nombre con palabras silenciosas?
despertaste de ese sueño adormilado entre algodones,
y creyendo aun en el amor, apagaste la nostalgia.
Los deseos se agolpan en los oídos,
creando instantes eternos como mares profundos en cielos infinitos,
la marea envuelve a la noche estrellada y desapareciendo entre besos un estremecimiento vuelve a unir en caricias el abrazo en su dulzura.
Invito a la luna como testigo de ese amor y al amanecer junto al sol,
que la eternidad siga girando junto a este amor.
(Autora Estella Bono)
El hoy se fue...se fue sin escuchar tu voz,
es el recuerdo el que sigue inquieto,
persistiendo en añoranza por esa voz.
Tal vez la ilusión, forzó al corazón a amarte en las profundidades y abismos del amor.
Fuiste capaz de sentir la grandeza eterna de la luz que nos envolvía,
viviendo sin penas, solo con alegrías.
Recuerdo una vieja música...
esa que nos unía en sonetos rozando con sutileza nuestras almas.
Ahora solitario el mar,
se mueve hacia la orilla en olas incesantes de espuma blanca y caricias dulces en espera a tu llegada.
Siento que ya no estés junto a la vida,
eres dueño de otra vida, donde el amor perdura sin limites, sin sabores.
Estás en la claridad del agua, en la caricia del viento,
en la noche y en el día, eres todo aquello que siento.
En un instante de perfección, escribo tu nombre profundo y lleno de poder que me arrastra a las entrañas del recuerdo vivido, marcando para siempre una eterna eternidad.
Felicidades por ser feliz...
los olvidos no existen,
solo persisten en el recuerdo aquello que el corazón ha vivido.
Siempre en mi alma....tu recuerdo
(Autora Estella Bono)
