Una flecha lleva el nombre "eterna", clavada fue en el alma, la que llora buscando un aliento, para olvidar el ahogo del momento, que cubrió el corazón. Mil espadas se levantaron en la lucha y sin querer entrar en ella y anidando el sufrimiento en el dolor, la reacción olvido al amor. Pensamientos ahonda en el corazón olvidando que ellos son la acción. ¿A quién escribo? ¿al alma o al corazón?. Un suspiro tras la razón, sin olvidar nuestra venida, me dice con ternura, que es la luz la que alumbra en el silencio, suave y callada, dejando que viaje como pasajera certera, una lágrima, descargando así el sinsabor de ver el dolor.
No hay palabras, no hay razón, solo la vida demostró que la ausencia no anula el recuerdo y ni el olvido, son huellas vivas escritas que el alma vivió.
Mi muerte sigue viva en su silencio y el corazón reclama en la noche la sombra de tu nombre.
La fuerza de la ola y la embriaguez de la rosa confirman mi existencia, nada permanece en el infinito, vigilando a la noche le preguntó como morir y seguir amándote.
AUTORA (Estella Bono)
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