La Inquietud

Ningún problema debe doblegarnos por pequeño
y grande que sea.
La inquietud, provoca en nosotros un cambio en nuestro
interior. Dejamos pasar a la tristeza, que llega acompañada
de gotitas que emana el corazón.
Tus preocupaciones, pueden llegar a unirse, a los problemas
que viven en los demás.
Ayudar al que os lo pida, con sus dudas e inseguridades, pero
sin convertiros vosotros mismos, en una incertidumbre.
Nada que no sea bueno para nosotros debemos dejar que
actué en nuestro interior.
Nuestro camino no es perfecto, quitemos nosotros mismos las
piedras con las que vayamos a tropezar.
                                (Estella)