Huelo la lluvia llegar en su frescor, sintiendo la primera gota deslizar en mi alma, llorando por tu marchar. Es tu aroma el que se desvanece desde mi pesar, pero es así como todo viene, y todo se va. Vivir en un presente, y disfrutar de su realidad, porque como ave que vuela, tu risa se silenciará.
Cartas escritas, palabras pronunciadas, un adiós hace tiempo, y un hasta luego te dijo mi mirada, sintiendo que aquella realidad ya era verdad.
No escuché voces, ni términos, ni verbos, solo una melodía me acompaño dictada desde mi corazón. Tal vez bien o tal vez mal. Solo seguí aquella escala musical. Una lágrima me recordó nuestra vida anterior.
Otra vez una despedida!!...
Otra vez una lejanía!!...
Y porqué volver a repetir la misma acción!!...
caminos que se separan, y que nadie entiende salvo yo, lo vivido y extrañado, de aquel guerrero dañado, pero con escudo en mano, sigue luchando por algo, por su vida, y por ella, la que estuvo viva a su lado, mostrando que el amor aún es fuego de pasión.
Las ilusiones son sueños volando como palomas ausentes, y en lo más profundo del corazón, y en la soledad de estas cuatro paredes te digo adiós.
Prometido está que seguiré cuidando de tu alma, sin entender este juego de amor sin condición, le hablaré a la flor en un susurro del sentimiento indefinido que una vez se firmo y seguiré amando aquel que un día me amo.
(Autora Estella Bono)
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