domingo, 15 de abril de 2018

El Atardecer



La tarde se desvanece poco a poco... ¿es un camino o un destino? escuchar las heridas que me hacen seguir caminando solitaria, en el recuerdo del dulce beso. Siento como sigue latiendo mi corazón, al seguir recordando palabras como melodía de abrazos, en un amor verdadero de promesas y juramentos.
Olvidé esperar al amor, como la luz se apaga en la noche. Me alejo para poder vivir y agobiando mis lágrimas, que dejo brotar, acompaño al sol, que llora en el cuadro de un anochecer.
Culpar a la realidad, es acariciar al sueño en su cantar, abriendo la herida sin olvidar, el día que quise a la rosa que pincho con dolor, en la noche que quisieron las estrellas amarte y después perderte. Conocerte fue abatir las murallas, para poder junto a ti cantar al alba y ver en tu rostro, el surgir de un sueño sin miedos, y volver a mirar al mundo en mi favor, distanciando el miedo a sufrir y crear un sentido de lo que llevo vivo en mí... ¿es una fantasía o una ilusión?... mírame amor sin miedo, para sentir lo que siento. Presa de este poema, suelto la trama y el engaño, para que mi espíritu camine a su destino, pues la vida es muy corta y todo importa, oliendo el perfume del amanecer entra en mi su frescor envolviéndome en una nueva eternidad y llenando de amor el corazón.
                   
                               Fotografía y texto (Estella Bono)

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