Te ame sin fronteras, y en los suspiros de las noches, te respondí amándote entre mis brazos, como si no hubiera un mañana.
!Te quiero! dijo mi corazón, !Te amo! dijo mi cuerpo, y entrelazados nos unimos, en la existencia divina de la vida.
Bendecidos sentí, como tus besos, se entrelazaban en caricias existenciales, llenas de acordes musicales amándome.
Quien ama, sabe de su existencia, escucha al corazón y a su melodía escrita sin dejar de sonar.
¿Quien aclama al corazón? !Tal vez el amor!
Me dejo llevar como olas en el mar, sin tormentas, tal vez el presente me haga recordar que tú fuiste parte de mi.
Oigo nuestra canción y amándote me envuelvo en tus brazos sinceros
!Te quiero! te dije bajo el embrujo de la melodía, que me otorga el besar de tu boca junto a la inmensa eternidad.
Corren mis lagrimas al sentir, que algún día no estaré junto a ti, pero mi amor será más profundo que el mar y más intenso que una mañana.
Nunca pensé, pero sin pensar, la oda al amor es como una gota que se desliza incansable y solitaria recorriendo inagotable la blanca alma.
La llama del amor es sonora y una voz de aliento te llama por tu nombre, tal vez te amo, dijo mi corazón.
Tiño mis tristezas, coloreo mis alegrías, y besando tu boca, muestro en un presente, tan solo te digo !Te quiero! y en amor te entrego este verso, latiendo por que te pienso y solo conozco de ti el abrigo del hoy y la dicha del mañana. Si pudiera llamar al viento, te mandaría este poema como preludio de mi amor. El amor eterno nunca nublara el sol de un nuevo amanecer y escuchando el latido de tu corazón, me duermo en la noche, más le pido al tiempo que no vuele el ruiseñor. Te sigo esperando en la mañana y en el crepúsculo de la noche, posando mis ojos en ti, te extraño.
!Ámame! dijo mi corazón cuando llegues en un sin consuelo de amor.
AUTORA (Estella Bono)
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