Te encontré en mí, en ti, y allí, supe que siempre
fuiste parte del ayer, del hoy y del mañana.
Cerré los ojos y te sentí anclado en mi alma brillando
con la luces de la blanca alba.
En la infinidad del mar, reconocí que hay vientos y velas,
y barcos que navegan, sin abismos y sin temor.
Una lágrima fue la alegría del llanto, del sentir que te reconocí
en la inmensidad de horizontes alejados. Abrazando con la fuerza
que lleva una ola, me envolví en ti, en ella, y en sus caricias amadas.
Me miro y sonrió, mi ser amado, a la luz de tu faro, que me alumbra
en la noche, y me despiertan baladas desnudando mi alma.
Soy el reflejo de ti mi corazón, y vivo en el amor del silencio del sabio,
aferrando tu eterna luz en la infinidad de las estrellas de un jardín
encantado, en una primavera de un verano.
Mis suspiros son aire que juegan con palabras de amor y sueños de
azules lejanías, con espinas de pasión.
!!En mí estás amor, y yo te siento corazón!!...
(Autora Estella Bono)
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