martes, 5 de julio de 2016

Nostalgia



Escribí en el revuelo de las olas de mi corazón junto a una melodía, la inquietud de un presente, llevando sentimientos entre poemas, y reflejos de palabras escritas, leídas y calladas sin voz, desde la lejana y cercana piel de los dos.
Sigue el águila respirando su libertad, confiando en las nubes que arropan su vuelo, y en el camino de sin heridas del donde estás.
Son tus luceros los que me alumbran en la eternidad de las sombras, y en el despertar de las mañanas, donde los corazones aman sin fronteras, uniendo sus fuerzas en llamas de amor, de muertes y resurrecciones, de momentos inolvidables.
Tal vez la historia de un amor prohibido se desvanece, y el corazón enmudece, al sentir que el olvidar, solo el alma llora en su silencio un amor eterno.
Celestial es el cielo donde mora la inocencia de una paciencia, que al expirar te pide que vuelvas a besar a la niña que abrazo tu alma, sin sentir que la vida puede llegar a ser amarga en su propia miel.
Un caballero elegante guardo en su pecho un amor inocente, eterno y puro, del que no olvidara el horizonte, de su recuerdo.
Un abismo en tardes de lluvia, y susurros en el oído, guarda este amor hasta el alba, custodiando la huella del sueño, del beso tibio de la nostalgia.
Mariposas de colores al son de la marea acarician al amor eterno, sin rumbo en un ensueño, al quedar siempre envueltos en cuerpo, alma, y pensamiento.
Una melodía lleva escrita una razón, y un poema en una pasión, de letras vivas de ilusión, donde el deseo escribe en los pétalos de la piel un "te amo amor"

                                        (Autora Estella Bono)

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